La escleroterapia es un tratamiento mínimamente invasivo para tratar venas varicosas y dilatadas, aliviando síntomas relacionados como el dolor, la hinchazón, la quemazón y los calambres nocturnos. Para ello se utiliza una aguja muy fina, y se inyecta una solución directamente en las venas afectadas que hace que se encojan, y a la larga desaparezcan.
El número de venas tratadas en una sesión varía, y depende del tamaño y sitio de las venas.
También es importante saber, que, si el paciente tiene predisposición a la mala circulación, y sigue teniendo malos hábitos, probablemente acaben apareciendo venas nuevas, por lo que es importante seguir las instrucciones del profesional, y mantener un estilo de vida no sedentario y saludable.
Se recomienda después de una sesión de escleroterapia, no realizar deportes bruscos (saltar o correr) y no ingerir aspirina.